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RUEDAS DE CARRETERA: TUBULAR, CUBIERTA Y TUBELESS

Para ruedas de carretera disponemos de 3 posibles montajes:

  • Tubular
  • Cubierta
  • Tubeless

En ciclocross (CX), montar tubulares supone un acierto porque permiten rodar con una presión algo más baja con las ventajas que ello supone, tanto en confort, como en tracción, como en paso por curva, sin riesgo de destalonar. La calidad de rodadura es claramente superior. Prácticamente el 99% de quienes poseen una bicicleta de CX, la tiene por que compite, que es donde se le saca el jugo a este tipo de material.

Pero, ¿qué pasa en bicis de carretera?

Aquí hay matices y evoluciones en los neumáticos que cuestionan el uso de tubulares a nivel aficionado.

Los puristas del ciclismo lo recomiendan como la panacea en calidad de rodadura. Por ejemplo, un buen tubular ofrece la posibilidad de rodar con presiones muy por encima de los 10bar, reduciendo a la mínima expresión la resistencia al avance. Claro que esto también reduce el agarre en curva. Y se dice que bajando la presión se logra un gran confort de marcha sin lastrar en exceso el avance.

También es cierto que una llanta de tubular es más ligera a igualdad de material, ya que el aro no necesita ser tan reforzado como los de cubierta, diseñados para soportar la presión del aire contra sus labios.

Le pese a quien le pese, estamos en plena era del freno de disco para carretera, y esto anula una de las ventajas que tenían las llantas de tubular frente a las de cubierta. A la hora de descender puertos con freno de zapata, las llantas de cubierta y carbono sufren mucho por el sobrecalentamiento del freno de zapata que unido a la presión del neumático, pueden deformar la pista de frenado, y en casos extremos reventar una rueda.

Con las ruedas de tubular eso no suele ser un problema, aunque si puede producir algo peor, que el pegamento con el que se adhiere el tubular a la llanta, se ablande y despegue por el calor. Algo así le sucedió a Joseba Beloki en el Tour 2003 frente a Lance Armstrong, lo recordaréis muchos de vosotros.

El tubular tiene y tendrá todo el sentido del mundo de ser usado en competición por la siguiente razón, los segundos valen millones. Un corredor dentro de un pelotón que sufre un pinchazo puede seguir rodando en recto y en curva con precaución, hasta que llega el coche de equipo para reponer rueda y retomar la competición. Con suerte a penas pierde unos segundos que podrá recortar con esfuerzo para volver al pelotón.

Si en mitad de un pelotón pinchas con una cubierta, tienes que parar de inmediato, ya que la cubierta destalona fácilmente sin aire. El riesgo de caída es alto, y de provocarla a terceros dentro de un pelotón también. Posiblemente desde que se para y hasta que se repone la rueda, el pelotón estará lejos y mayor esfuerzo tendrá que hacerse para reincorporarse al pelotón y esto puede hacer perder segundos que valen millones en un Tour o en un Mundial. Que se lo digan a Abraham Olano en el Mundial de Colombia de 1995. Últimos kilómetros con la rueda trasera pinchada y Pantani pisando los talones junto a Miguel Indurain. Con ruedas de cubiertas Abraham no estaría en la foto.

Tony Martín, especialista contra el crono, fue Campeón del Mundo hace unos años utilizando en su bicicleta de contrarreloj neumáticos tubeless. Desde entonces muchos otros equipos profesionales se han sumado al carro, y es que hay estudios y pruebas de equipos Protour que demuestran tener menor resistencia al avance que los afamados tubulares. Si no se utilizan en ruta es posiblemente por lo mencionado anteriormente. En una crono se utilizan por que vas solo, y el coche de equipo pegado a ti para reponer rueda rápidamente.

Como aficionado que eres, tú que lees esto, si pinchas un tubular en tu salida de domingo, tendrás tres alternativas:

  1. Llevas un tubular de repuesto, y teniendo que hacer una fuerza considerable, despegas el pinchado con esas manitas que Dios te ha dado. Montas el de repuesto y sigues. Pero ojo, pegar un tubular de forma que sea segura es un proceso que lleva horas, salvo que utilices cinta de doble cara. Podrás seguir tu ruta pero con las debidas precauciones para que el tubular no se salga de su alojamiento en la primera curva, ya que no estará firmemente adherido.
  2. Llamas a casa para que te vengan a recoger.
  3. Llamas a casa para que te acerquen una rueda de repuesto si tienes, y continuas.

Con una rueda de cubierta o tubeless ante un pinchazo, montas tu cámara nueva y en 5 minutos estás pedaleando.

Una cámara pinchada tiene dos soluciones:

  1. Un parche.
  2. Desecharla por los 4-5€ que vale.

Un tubular pinchado, dependiendo del modelo, tendrás que desecharlo 40-90€ a la basura, o repararlo. Pero repararlo no es nada fácil ya que hay que descoser el neumático, extraer la cámara en la zona pinchada y repararla. Después repetir el proceso a la inversa. Es una operación que muy poca gente sabe hacer, solo mecánicos de la antigua escuela por norma general.

A estas alturas ya tendrás claro que como aficionado al ciclismo, si no compites, lo que te dará un mejor servicio es una llanta con neumático tubeless.

También puedes utilizar cubierta normal, pero una cubierta de calidad tipo Continental GP5000, con cámara de latex y te aseguro que la calidad de rodadura poco difiere contra los tubulares más top del mercado. Eso sí, hay que tener cuidado si llevas freno de zapata, porque las cámaras de latex con freno de zapata tienen alto de riesgo de reventar en frenadas constantes, como puede ser bajando un largo puerto.

Espero que este texto te sirva de ayuda en la elección de tus próximas ruedas de carretera, conociendo los pros y contras de cada tipo de goma, y siendo consciente de que la mayoría solo somos aficionados, no nos estamos jugando millones cada domingo. Ve a lo práctico cuando así proceda.

Fuente: EDP Racing

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